La otitis es una de las consultas pediátricas más frecuentes durante el invierno. Conocer sus causas y cómo prevenirla puede ayudar a evitar complicaciones y mejorar el bienestar de los chicos.
Con la llegada del frío, aumentan los cuadros respiratorios y también las infecciones de oído, sobre todo en los más pequeños. La otitis media aguda es la inflamación del oído medio (la parte detrás del tímpano), y suele aparecer después de un resfrío o una gripe.
¿Por qué es más común en invierno?
Durante los meses fríos, los niños se resfrían con mayor frecuencia. Estas infecciones virales afectan las vías respiratorias altas (nariz y garganta) y pueden obstruir la trompa de Eustaquio, que comunica el oído con la garganta. Al bloquearse, se acumula líquido en el oído medio, lo que favorece el crecimiento de bacterias y virus, generando la infección.
Además, en invierno se pasa más tiempo en ambientes cerrados y con poca ventilación, lo que facilita el contagio de virus entre chicos.
¿A qué edades afecta más?
La otitis es especialmente común en menores de 5 años, y con mayor incidencia entre los 6 meses y los 2 años. Esto se debe a que su sistema inmunológico aún está en desarrollo, y sus trompas de Eustaquio son más cortas y horizontales.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor de oído (los más chiquitos suelen tocarse o tironearse la oreja)
- Fiebre
- Irritabilidad o llanto inconsolable
- Dificultad para dormir
- En algunos casos, supuración del oído (salida de líquido)
- Disminución transitoria de la audición
¿Cómo prevenirla?
Aunque no siempre se puede evitar, hay medidas que reducen el riesgo:
- Mantener al día el calendario de vacunas (especialmente antigripal y antineumocócica)
- Enseñar a los niños a sonarse bien la nariz
- Limpiar suavemente las fosas nasales en bebés
- Evitar la exposición pasiva al humo del cigarrillo
- Promover la lactancia materna, al menos los primeros 6 meses
- Ventilar bien los ambientes a pesar del frío
¿Cuándo consultar al pediatra?
Ante fiebre persistente, dolor de oído o cambios en el comportamiento del niño, siempre es importante consultar. El profesional determinará si es necesario tratamiento con antibióticos o si el cuadro puede resolverse solo con medidas de sostén.